sábado, 22 de enero de 2011

Sin nada aparente que hacer

Aquí estoy de nuevo comentando acerca de cosas comunes. Hoy mostrare mi interrogación (¿?) Acerca de algunas locuras propias.


Se acercó de repente un caballero del cual no podía reconocer a causa de toda esa oscuridad y penumbra que estaba en esa extraña habitación. Lo único y por tanto lo que veía era un mueble de madera, una espalda grande se acercaba a mis alrededores, y el suelo en el cual yo yacía casi sin vida. Me encontraba como maniatada con unos profundos dolores en la mayor parte del cuerpo, no podía dejar de temblar y mis ojos chorreaban, supongo que serian lágrimas pero ni siquiera eso lo sabia, y esa enorme espalda perteneciente a ese desconocido me aterraba y hacia que los dolores fuesen mucho mayores y que mis temblores fueran más notables. Cuando conseguí ver algo solo vi una sonrisa malévola en la cual solo se podía ver que no tenía buenas intenciones para mi y al acercarse más note como mis pies estaban atados al suelo y que si los movía me dolían muchísimo como si tuviese millones de heridas y todas ellas estuvieran sangrando e infectadas y nadie fuera a curarlas. Escuche una breve risa que provenía de aquel tipo y el sonido de una inspiración de placer como si estuviese oliendo mi sangre. Esto nunca podría ser cierto solo es una pesadilla, una maldita pesadilla. Pero el dolor seguía inundándome más y más fuerte y yo me sentía cada vez peor y solo podía notar como mis brazos estuvieran atados a un lado cada uno y al moverlos me doliesen tanto que solo desease morir de una vez en paz.


Cuando entonces un gran haz de luz apareció y pude ver a ese hombre; alto, gran espalda, no muy atractivo pero con cara de lunático, psicópata pude ver como mantenía un cuchillo en la mano mientras seguía con esa sonrisa perturbadora. Entonces vi que me encontraba totalmente desnuda en mi cuarto atada de pies y manos al suelo, llena de heridas por todos lados y que mi cuerpo estaba en un charco de sangre, en un charco creado por mi sangre. No pude evitar gritar con la poca voz que podía salir y patalear hasta que recuperé otra vez ese espantoso dolor, quería morir intente hablar pero no podía articular palabra estaba totalmente paralizada, el hombre seguía avanzando cada vez más hasta llegar donde se encontraba mi rostro.

- Sabes tienes una cara demasiado bonita para rajarla también - Dijo, parecía haber estado drogado.

Yo no podía articular palabra solo negar con la cabeza mientras sentía más dolor por todo el cuerpo, y como si esto fuese un castigo eterno y no paraba de preguntarme que he echo mal para merecerme esto, pero que he echo. Mi cabeza estaba colapsada no podía pensar nada en claro solo podía escuchar mi voz interior diciendo que no había echo nada malo, o lo suficientemente malo para merecer esa muerte.
Volví a ver porque se estaba quemando algo, no era en la habitación que estaba si no fuera de la casa. Por la ventana se asomo el hombre que salio corriendo quitando así esa estúpida sonrisa de su boca y diciéndome:
- Vaya no te podré matar, me hacia mucha ilusión - Mientras se alejaba por las escaleras

Comencé a notar un calor que comenzó abrasándome poco a poco, no podía evitar pensar que eso seria mi fin, que moriría calcinada viva. Escuché un hombre gritar y preguntar si había alguien dentro, entonces decidí que aunque doliera tenía que hacer el ruido suficiente para que me escuchara. Comencé a agitarme más fuerte e intente gritar, seguí intentándolo pero solo se escuchaban los golpes. Continué intentando gritar cuando de repente pude hablar muy flojo e intente decir:
- ¡Por favor, aquí, no quiero morir así necesito ayuda, por favor! -Cuando iba recuperando la voz.

Notaba como donde estaba tumbada empezaba a quebrarse y como no se volvía a escuchar al hombre que preguntaba si había alguien dentro, mi nerviosismo y ansiedad incrementaba por momentos intente seguir gritando con todas mis fuerzas, pedí mil y una vez socorro. Note como el suelo se comenzaba a arder debajo mía así que no pude evitar decir mis últimas palabras:
- Se que no he sido perfecta, y que la perfección nunca ha existido. Siempre que he podido he intentado mejorar y como he logrado en unos pocas ocasiones lo he echo. Si esto es un adiós para siempre solo espero que lo más bonito que he vivido pueda ser la misma sensación que visitar los lugares mas preciosos que hallan en el mundo, y que las peores sensaciones hayan sido... bueno mejor dicho haya sido esta. Solo deseo que este mundo pueda recuperar toda la belleza que propiamente tiene y que pueda mejorar. Adiós - Entonces golpee con todas mis fuerzas contra el suelo donde estaba tumbada mientras gritaba: - ¡¡¡ Ahhhhhh !!!



Entonces caí a la planta de abajo, y pude ver como un bombero se encontraba allí y se acercaba para saber si estaba viva, el dolor ya era insoportable, y el humo me ahogaba. Tosí un par de veces antes de poder escuchar algo y me desmayé.

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